1. Ten un pensamiento firme y orientado al éxito. Ten claro qué es lo que quieres y ve a por ello. No hay lugar para las ideas de duda. Los deportistas pueden entrenar el estilo cognitivo y elegir y automatizar los pensamientos que les van a llevar al objetivo. En lugar de “no sé si estoy preparado, hay algunos que me superan, a ver qué pasa…”, debemos pensar en términos positivos y ambiciosos “yo estoy aquí porque me lo merezco, he trabajado duro y vengo a darlo todo, no permitiré que nadie me deje en el camino”.
Hazte esta pregunta ¿por qué piensas en lo que puede salir mal, en aquello en lo que puedes fracasar si no es lo que deseas? Es completamente incoherente. Tu cuerpo se mueve y se dirige hacia el objetivo que elige tu cerebro. Si centras la atención en los pensamientos equivocados, tendrás mayor probabilidad de fracasar.
2. Disfruta de lo que haces, no solo del deporte que practicas, también del trabajo y de la gente de la que te rodeas. ¿Has probado a echar sal a la vida? Escucha música, entrena, sal con gente divertida que te transmita energía, busca la parte humorística de lo que haces. La vida y el deporte son para disfrutarlos. La mayoría de las veces eres tú el que debe decidir hacerlo.
Consejo: Despliega ese radar interno, el GPS con el que buscas el placer.Sólo tienes que programar al cerebro para ello. Dirige tu atención a lo que suma alegría. Puedes utilizar alguna frase del tipo “qué a gusto estoy”. Disfruta, respira, huele, toca y siente cada momento.

¡IMPORTANTE! No te olvides que en esta vida estamos de paso, y lo que no disfrutes hoy, mañana no tiene repetición. Tendrás una oportunidad distinta, otra experiencia, pero la que perdiste ayer, esa, no vuelve.
3. Saber sufrir: resistir el cansancio, crecerte con las molestias. Tienes que ser capaz de atender las señales que te dan fuerza y desatender lo que resta durante te ejecución deportiva y durante la vida. Si quieres un trabajo mejor, debes invertir esfuerzo en combinar tu trabajo actual con la formación que necesitas para superarte. Si quieres un cuerpo esbelto y fibroso o mejorar tu marca en competición tienes que entrenar para conseguirlo. Y recuerda, quien algo quiere, algo le cuesta.
¿Sabías que la pereza nunca trae satisfacción? Cuando postergas y dejas para mañana lo que tendrías que haber hecho hoy, te sientes mal, aumenta tu ansiedad con lo que tienes pendiente y sientes que pierdes el control: ¡MÉTELE MANO YA!
4. Tener un locus de control interno que te permita sentirte confiado y seguro. El locus de control es “la atribución que haces del éxito y el fracaso”. Significa entender en qué parte del éxito y del fracaso intervienes tú. Hay deportistas que dicen haber ganado porque se enfrentaron a un rival débil. En estos casos, el éxito no ha dependido del deportista, sino del rival. Mientras que otros que han ganado, dicen haberlo conseguido porque se esforzaron, estuvieron concentrados y trabajaron con intensidad. Este segundo grupo tiene un locus de control interno, el éxito depende de ellos y no de las circunstancias. Si tú has trabajado duro, has conseguido la marca o un sueño en tu vida y tu entrenamiento o perseverancia te ha llevado dónde deseabas, tienes que saber que es porque te lo has ganado y que no ha sido cuestión de suerte.Conocer tu talento, tu potencial y tus virtudes te permite explotarlas y sentirte seguro. Nadie te regala nada, eres tú quien te esfuerzas para alcanzar el premio.
Consejo: cada vez que consigas algo grande, párate y dedica un tiempo a valorar los factores de éxito ¿en qué medida has participado de esta victoria, de conseguir esta entrevista de trabajo, de ligar con esta chica? ¿Habrá sido tu perseverancia, tu experiencia laboral, tu saber estar, ser simpático…? Cuando conoces lo que te llevó a triunfar te permite volver a utilizarlo en ocasiones similares. Saber que tienes talento te confiere seguridad y confianza.
5. ¡Tú eres grande, grandísimo!, que no se te olvide nunca. Porque si tú no piensas en ti como un potencial, como alguien con capacidad para crecer, nadie lo va a hacer por ti. El primer paso para superarte es creer que puedes hacerlo. En esta vida, en tu deporte, si no vas a por todas, no vas a nada. Eres el dueño de tu destino, tienes capacidad, talento, puedes formarte y seguir aprendiendo… que nadie decida por ti dónde puedes llegar.
¿El límite es tu puesto de tu trabajo, es tu carrera, es acaso la chica inalcanzable? Si tú no te lo propones, no hay límite. Como dice Josef Ajram “No sé dónde está mi límite. Sí sé dónde no está”.

6. Aprende a manejar tus emociones, tienes que ser capaz de autorregularte. No esperes una fuente de motivación externa para ponerte en marcha. Nadie mejor que tú mismo para motivarte. Si esperas que alguien venga a darte ese empujoncito, igual nunca llegas a empezar. Piensa en cómo quieres ser, en qué quieres sentir, a quién te quieres parecer…y ACTÚA. Debes imitar, como si fueras un actor, el estado emocional que saca de ti toda la fuera y la ambición del que lo da todo y trabaja al límite. Participa con corazón, furia y amor por lo que haces. Sólo así podrás superarte.
7. Di no a lo que resta. Estás rodeado de personas tóxicas, te consumen con sus problemas, con sus indecisiones, con sus “monotemas” dramáticos. Son los que siempre tienen problemas de que hablar, pero nunca soluciones. Si pasas mucho tiempo con ellos, te terminarás mimetizando y te contagiarán su energía negativa. Revitalízate, el deporte es una de las mejores vías para hacerlo. La práctica de ejercicio físico libera endorfinas, una droga natural que mejora tu estado anímico. Y además, tiene muchos otros beneficios, como la sensación de relax, te permite relacionarte y conocer personas, y te metes en el “sano vicio” de vivir de forma saludable.
8. Practica la paciencia y la reflexión. Esta vida no es un “aquí te pillo, aquí te mato”. Cada vez que metes algo con calzador, termina por reventar por algún sitio. Trata de fluir, de intervenir en lo que depende de ti y ser paciente con las preocupaciones que no están bajo tu control. Muchas veces quieres algo ya y te anticipas, y lo que debes hacer es respetar los tiempos. Porque adelantarte y preocuparte no siempre provoca que suceda. Lo mismo ocurre en el deporte. No quieras perder peso de forma inmediata, ni pasar de tener barriga a tener abdominales en una semana.Date tiempo, y mientras consigues tu objetivo final, ¡disfruta del camino!
Consejo: Dirige tu energía a las tareas y actividades sobre las que tienes margen de maniobra, e ignora o permite que lleven su ritmo las actividades en las que tú no eres el protagonista ni puedes serlo. Un ejemplo muy sencillo es querer que la persona que te gusta te dé una respuesta ¡ya! Si te ha pedido tiempo, respétalo. Llamarla e inundarla de mensajes va a conseguir justo lo contario, que se aleje de ti.
Recuerda: “Si está para ti lo estará aunque te quites, y si no está para ti, no lo estará aunque te pongas”.

9. Di NO. Cada vez que te cargas con algo para lo que no tienes tiempo, te lo quitas a ti mismo, y dejas de respetarte, porque tu ocio también es importante, ¿o no? Cuando alguien te pide un favor, cuenta con las dos opciones: que le digas que si o que le digas que no. Si dices que no por evitar un conflicto, o porque piensas que así eres mejor persona, te equivocas. Te estás ninguneando y cuando te pongas a hacer lo que te han pedido, estarás maldiciendo pensando “con lo a gusto que estaría yo ahora nadando, sintiendo como floto en el agua, evadiéndome de mis problemas y descargándome de todo el estrés del día”.
Consejo: No confundas la solidaridad y ser buena persona con perder tu vida privada y tu tiempo de disfrute. Piensa dónde están tus límites y haz porque se respeten.
10. Aprende a competir. Esta vida es como la jungla, solo sobrevive en el más fuerte. ¡OJO! El más fuerte no es el que le pone a otro la zancadilla para subir él, sino el que trabaja con valores como la constancia, la perseverancia, sacrificio, compañerismo y solidaridad para llegar a ser cada vez mejor persona y mejor profesional. ¿A ti como te gusta ganar las carreras, porque te superas y mejoras tu marca o porque el otro se cae y te quedas sin rival? Pues eso, la victoria es mayor cuando uno se crece, se vacía y alcanza el objetivo soñado.
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