Si nos hubiesen dado un mapa que nos mostrara de dónde vendrían los problemas, estoy seguro que aún así los habríamos sufrido. Y es que hay cosas que no se pueden evitar, y este 2015 que se nos va, trajo consigo cosas para olvidar. Pero también otras que - aunque dolieron - nos dejaron enseñanzas.
Si hablamos de años difíciles, el primer semestre de éste para mí constituyó una real tortura.Sufrí como nunca antes lo había hecho, y aunque está superado, aun mis ojos se inundan de lágrimas al recordar. Pero si hay algo que impide que ese caudal se derrame, es meramente la fe y la esperanza que deja en el corazón la promesa de un mañana mejor. El anhelo de la “prueba superada”, pero sobre todo, el saber que de lo sufrido me he hecho fuerte, y cuando fui más débil,conocí mis fortalezas.
Podrás decir que el día 31 es sólo un día más, y así es, por lo que si tú decides que es hoy el momento en que dejarás todo atrás, nadie podrá impedírtelo. Cada día es una nueva oportunidad para que tu vida cambie, y si eres suficientemente valiente para intentarlo, éstos son los pasos que te ayudaran a lograrlo.
Llorar: No es de cobardes aún llorar, por el contrario, todavía es tiempo. Eso de que “llorar te sirve de nada” es una real mentira. Cada vez que lo haces liberas presión, descomprimes tu corazón, das paso a que entre nuevo aire en cada sollozo, y después duermes toda la noche.
No es necesario olvidar: tarea difícil es olvidar cuando el mundo pareciera a gritos recordarnos lo vivido, pero no es indispensable. Al contrario, si olvidas volverás a cometer errores y volverás a sufrir, pero si imprescindible superarlo, dejarlo atrás, no dejes que los problemas te detengan.
Renueva tu pensamiento: ¿Cómo cambiar el pensamiento? Poniendo en tu mente y corazón deseos en vez de penas, propósitos en vez de derrotas. Mira el lado bueno de las cosas por sobre lo malo. Busca la mejor forma para avanzar, siempre habrá una solución.
Habla en modo “bien”: con esto no me refiero sólo a ser positiva, hago alusión a decir cosas de bien.No digas que estás fea, ni que todo te queda mal. Habla cosas buenas sobre ti, di que eres lindas, que te sientes cómoda con tu ropa. Lo mismo hacia los demás: no critiques, destaca lo bueno, para que sea eso lo que incremente. Si tú destacas algo bueno, todo el que mire lo vera, será notorio. Hazlo contigo, pero también con tu marido, con tus padres y sobre todo con tus hijos.
La canción de corazón: este año aprendimos que las canciones tristes dañan el cerebro, pues es verdad, nada hace más daño al corazón que un repetitivo recordatorio musical. Busca tu canción, elige la más feliz, la que te mueva. La mía es Magia de Gustavo Cerati.
Reúne tus fuerzas: tú lo sabes, si estás leyendo esto es porque sobreviviste al 2015, fuiste fuerte y aún lo eres. Esto no se detendrá, cada día vendrán mil cosas, pero estarás preparada para ello. La mayor fuerza está en tu interior, y si ya no te quedan, busca a alguien más fuerte. Mi gran ayuda es Dios, si crees en algo o alguien, pide y renueva tus fuerzas.
Ejercítate en lo que eres buena: si tienes una hermosa sonrisa: bríndala a todos, si sabes dar abrazos: no te limites, si tiene familia: nútrete del amor que dan, lo mismo con tus otras habilidades, la inteligencia, el don de la palabra, si eres buena con los animales, para cocer, para las plantas, para cocinar, etc., hazte fuerte en lo que eres y nada te podrá derrotar.
Al inicio te conté un poco de mi año. Lo hice porque muchas veces leemos a profesionales con muchas herramientas para cambiar el mundo de los demás, pero en verdad no sabemos si eso funciona en ellos. Mi segundo semestre fue mucho mejor que el primero, necesité mucha ayuda de Dios, lloré muchas noches, mi cuerpo también sufrió y cuando recuerdo siento el duelo superado, pero cada una de las cosas que hoy te comparto me funcionaron. A veces nos excusamos en la soledad, pero nadie está solo. Cada cierto día alguien viene y comparte esto contigo, estamos acá y podemos hacer más que escribir. Que tu vida cambie depende de ti, pero si necesitas ayuda, cuenta con ello.
El año que viene será tu año, diseñarlo. Haz un bosquejo de lo que esperas, pero que sea un éxito depende de ti, no de la suerte, el horóscopo o los demás. La mejor predicción es aquella en que hablas tú sobre tu año, sobre tu familia, sobre tus sueños.
Haz de tu 2016 un éxito, desde hoy.
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